El diseño siempre se ha tratado de explorar, una mezcla entre intuición
, técnica
y curiosidad
para llegar a un resultado. Y ahora, con la llegada de las herramientas de inteligencia artificial
, ese territorio se ha expandido de maneras que hace unos años parecían impensables
.
En mi trabajo dentro del Observatorio IA de la CUN , la tecnología ha sido una aliada que me ha facilitado varios procesos
y acelerado la producción visual
. Pero, al mismo tiempo, me recuerda cada día que el toque humano sigue siendo insustituible
.
Hoy mi labor como diseñadora abarca distintos frentes: desde la docencia en investigación
hasta la creación de materiales visuales para proyectos del Observatorio
. En ese recorrido, he integrado diversas herramientas de IA que se han vuelto compañeras habituales
, aunque nunca protagonistas absolutas.
Por ejemplo, he desarrollado videos promocionales utilizando clips generados con inteligencia artificial
, pero la narrativa visual final, los ritmos
, transiciones y detalles de edición siguen siendo un trabajo humano
, realizado en Premiere Pro. También he actualizado personajes ya existentes
, dándoles una estética tridimensional
y movimiento gracias a herramientas como Freepik, pero siempre cuidando que mantengan coherencia visual
y expresividad
a través del ojo del diseñador
.
En el desarrollo de interfaces y productos digitales, la IA ha sido una gran fuente de apoyo
en la ideación y la bocetación
. Herramientas como Sora me han ayudado a visualizar conceptos para asistentes virtuales
, aunque el diseño final (composición, assets, diseño de detalle) sigue siendo un proceso manual
, trabajado en Illustrator.
Asimismo, para campañas de marketing, he combinado recursos: videos hiperrealistas generados con Gemini
o piezas tipo historieta creadas con Midjourney
, donde la IA da vida a personajes a partir de prompts detallados
, pero la composición final, los ajustes de color
, los diálogos
y los detalles coquetos
siguen siendo decisiones humanas, ejecutadas con precisión en Photoshop
.
Estas experiencias me han mostrado que las herramientas de inteligencia artificial no reemplazan al diseñador, sino que amplían su campo de acción
. Nos permiten optimizar tiempos
, experimentar con estilos
y explorar estéticas que hace unos años parecían imposibles
con solo un computador
.
Sin embargo, la esencia del diseño, ese equilibrio entre concepto , emoción
y técnica
, sigue siendo profundamente humana
.
La IA puede generar textos, imágenes, sonidos o videos ;
pero el diseñador es quien decide qué contar, cómo contarlo y por qué vale la pena hacerlo .
Autoría: Assiah Abdala, Docente Investigación.